ARTÍCULO ORIGINAL | Respirar, 2025; 17(2): 160-170 | ISSN 2953-3414 | https://doi.org/10.55720/respirar.17.2.7
Allyson Rodríguez Román
https://orcid.org/0000-0002-1611-8885
Lhía Disla
https://orcid.org/0009-0008-5625-9632
Alice Liriano
https://orcid.org/0009-0003-0826-8095
Mónica Tió
https://orcid.org/0009-0000-0088-8028
Luis A. López Zabala
https://orcid.org/0000-0001-6689-1908
Anthony José Gutiérrez Martínez
https://orcid.org/0000-0003-4567-0123
Natalia Sibila García
https://orcid.org/0000-0002-7717-0484
Recibido:
19 febrero 2025
Aprobado:
4 abril 2025
Esta revista está bajo una licencia de
Creative Commons Reconocimiento 4.0 Internacional.
Cuantificación y relación del uso de cigarrillo electrónico con la salud mental en la República Dominicana, un estudio transversal
Quantification and Association of Electronic Cigarette Use with Mental Health in the Dominican Republic: a Cross-Sectional Study
Allyson Rodríguez Román1, Lhía Disla1
, Alice Liriano1
, Mónica Tió1
,
Luis A. López Zabala1, Anthony José Gutiérrez Martínez1
,
Natalia Sibila García2
1. Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Facultad de Ciencias de la Salud, Santiago de los Caballeros, República Dominicana
2. Clínica Universitaria Unión Médica del Norte, Santiago de los Caballeros, República Dominicana.
Autor CORRESPONSAL:
Allyson Rodríguez Román, allysonrmd@gmail.com
Resumen
Introducción: Los cigarrillos electrónicos (CE) se inventaron con el fin de reducir el riesgo para los fumadores; sin embargo, estos se han popularizado en poblaciones que previamente no fumaban. Esto, aunado a los efectos en la salud física, ha llevado al estudio de las consecuencias a largo plazo en los consumidores, incluyendo repercusiones de salud mental.
Métodos: Se diseñó un estudio transversal con selección de muestra no paramétrica por bola de nieve. Se recolectó entre diciembre de 2023 y junio de 2024 en la República Dominicana, con una encuesta mixta: presencial y a distancia.
Resultados: Se obtuvo una muestra de 501 pacientes que habían consumido CE durante los últimos 90 días. El 63% de la muestra fueron hombres con mediana de edad de 22 años. Los participantes con historia de enfermedad mental presentaron mayor intensidad de consumo que aquellos sin historia (66,7 vs. 62,0 p=0,019. OR= 1,66). Similarmente, se observó mayor ideación suicida (62 vs. 38 p=0,011. OR= 2,22) en aquellos con consumo de alta intensidad, versus los de baja intensidad.
Conclusión: Se observa una clara asociación entre el consumo de CE y su intensidad, con los resultados de salud mental. Se propone realizar estudios longitudinales para poder determinar la causalidad y desarrollar políticas para disminuir su consumo en la República Dominicana.
Palabras clave: vapeo, trastornos mentales, factores de riesgo, ansiedad, ideación suicida.
Abstract
Introduction: Electronic cigarettes (ECs) were invented to reduce risks for smokers; however, they have gained popularity among populations that previously did not smoke. This, combined with their effects on physical health, has led to studying the long-term consequences for consumers, including impacts on mental health.
Methods: A cross-sectional study was designed using a non-parametric snowball sampling method. Data was collected between December 2023 and June 2024 in the Dominican Republic using a mixed survey approach: in-person and online.
Results: A sample of 501 participants who had used ECs in the past 90 days was obtained. Of these, 63% were men, with a median age of 22. Participants with a history of mental illness showed higher consumption intensity compared to those without a history (66.7% vs. 62.0%, p = 0.019, OR = 1.66). Similarly, higher suicidal ideation (62% vs. 38%, p = 0.011, OR = 2.22) was observed among those with high-intensity consumption compared to low-intensity users.
Conclusion: There is a clear association between EC use intensity and mental health outcomes. Longitudinal studies are recommended to establish causality and develop policies to reduce EC use in the Dominican Republic.
Keywords: vaping, mental disorders, risk factors, anxiety, suicidal ideation.
Introducción
El tabaquismo es una de las principales causas de muerte prevenible a nivel mundial, con más de 7 millones de fallecimientos anuales.1 En 2003, se introdujeron los cigarrillos electrónicos (CE) como una alternativa más segura a los cigarrillos combustibles (CC); sin embargo, no están exentos de riesgos.1,2 Aunque se han propuesto como herramienta para dejar de fumar, los estudios científicos no han demostrado su eficacia.
A pesar de las políticas para reducir el tabaquismo, el uso de CE ha crecido exponencialmente, especialmente entre jóvenes y no fumadores previos.2 Entre 2015 y 2021, sus ventas se triplicaron a nivel mundial,3 lo que resalta la necesidad de estudiar sus implicaciones, dada la creciente evidencia de efectos adversos en la salud física, mental y calidad de vida.4
Factores como edad, género y nivel socioeconómico influyen en su consumo, con mayor prevalencia en jóvenes de 13-24 años, hombres y personas de bajos ingresos.5,6 En la República Dominicana, el tabaco sigue siendo un problema con una prevalencia del 12,7% en 2015. Un 20,5% de los niños y un 6,4% de las niñas comienzan a fumar antes de los 10 años, mientras que el uso de CE en adolescentes de 13 a 15 años alcanza el ٧,٧٪.7 Esta alta dependencia al CE, especialmente en jóvenes, evidencia una vulnerabilidad significativa en el país.6
Más allá de los efectos físicos, el interés en sus repercusiones psicológicas ha crecido ya que su consumo se ha asociado con el desarrollo y agravamiento de trastornos de salud mental.8-11 Las personas con ansiedad y depresión recurren a la nicotina como automedicación, lo que paradójicamente agrava sus síntomas.12 Además, la dependencia al CE afecta negativamente la calidad de vida, incluyendo bienestar emocional y relaciones sociales.13-15
La vulnerabilidad de los jóvenes dominicanos es aún mayor debido a la pobreza, que alcanza el 28%,16 y a la limitada atención en salud mental, con solo 467 psicólogos y menos de 130 camas psiquiátricas para más de 11 millones de habitantes.17,18
A pesar de estos hallazgos, no existen estudios en la República Dominicana que exploren el impacto del CE en la salud mental y calidad de vida, lo que deja una importante laguna en la literatura. Por ello, este estudio se propuso evaluar la relación entre el uso de CE y las enfermedades de salud mental en poblaciones de riesgo en el país.
Material y métodos
Objetivos del estudio: Evaluar el consumo de cigarrillos electrónicos (CE) en la República Dominicana (RD) y analizar los factores asociados a un uso intensivo, así como su relación con diversas patologías de salud mental.
Descripción del estudio
Este estudio observacional de corte transversal analiza la relación entre el consumo de CE y patologías de salud mental como ansiedad y depresión en participantes de Santiago de los Caballeros, República Dominicana, entre diciembre de 2023 y junio de 2024. Se utilizó una recolección mixta de datos, con entrevistas presenciales y a distancia, siguiendo estándares éticos. Se obtuvo consentimiento informado de manera escrita y verbal, garantizando el anonimato y la confidencialidad. La investigación fue aprobada por el Comité de Bioética ETIKOS, especializado en ética en investigación internacional en salud.
Participantes
Los criterios de inclusión estipulaban que los participantes fueran mayores de 18 años, usuarios activos de cigarrillo electrónico (al menos 90 días desde el último consumo, sea usuario nuevo o habitual). Se excluyeron individuos que evitaran colaborar o se abstuvieran de firmar el consentimiento de información.
Cálculo de muestra
El estudio utilizó un muestreo no probabilístico por conveniencia con estrategia de “bola de nieve” para agilizar la recolección de datos. Los participantes iniciales fueron reclutados en universidades y locales nocturnos con autorización previa. Para reducir el sesgo de selección, se establecieron cuotas de reclutamiento según variables clave como edad y sexo, ajustándose durante el proceso. El tamaño muestral se estimó mediante fórmulas estadísticas adecuadas para estudios transversales.
Recolección de datos
Se diseñó un cuestionario con cinco áreas: sociodemográfica, antecedentes médicos y psiquiátricos, calidad de vida, consumo de nicotina y conductas asociadas. Se basó en escalas validadas como GAD-7 para ansiedad, SF-12 para calidad de vida y el Penn State Electronic Cigarette Dependence Index para dependencia. Otras variables fueron definidas por consenso. El cuestionario incluyó preguntas cerradas con opciones predeterminadas y valores numéricos para variables cuantitativas.
Métodos estadísticos
El análisis de datos se realizó en R Studio (v. 4.4.1), donde se crearon variables para medir la intensidad del consumo de cigarrillos electrónicos, considerando factores como días de consumo, concentración de nicotina y cantidad de líquido consumido. Tras normalización y escalamiento, se aplicó un análisis de componentes principales (PCA), generando un índice de intensidad de 0 a 100 (prueba de Bartlett: p < 0,001). Aunque el análisis de sensibilidad mostró baja consistencia interna (α Cronbach = 0,23), un modelo de regresión confirmó que estas variables explicaban significativamente la variabilidad del índice de calidad del consumo.
La calidad del consumo se definió según el potencial daño por los componentes del vapor inhalado y se calculó a partir del consumo de nicotina, marihuana y tipo de dispositivo. Tras normalización y escalamiento, un PCA generó un índice de calidad del consumo (Bartlett: p < 0,001) en escala inversa (0-100, donde valores altos indican menor calidad). El análisis de sensibilidad mostró un α Cronbach de ٠,٣١.
Se creó el Índice de Impacto del Consumo combinando la normalización del índice de intensidad y la normalización inversa del índice de calidad; se obtuvieron valores de 0 a 2 (0: baja intensidad y alta calidad; 2: alta intensidad y baja calidad).
Las variables categóricas se analizaron con frecuencias absolutas y relativas. Para variables continuas, se usaron media y desviación estándar si la distribución era normal, y mediana con rango intercuartílico si no lo era (normalidad evaluada con Shapiro-Wilk). En el análisis bivariado, se aplicó la prueba t de Student para variables normales, Mann-Whitney U para no normales y c² para categóricas.
Resultados
Características de la muestra
Se obtuvo una muestra de 501 participantes, de los cuales un 63,1% pertenecen al sexo masculino, con una mediana de edad de 22 años y un 90,4% menores de 30 años. Un 36,28% de los participantes tiene educación universitaria, aunque el 45,5% cuenta con ingresos mensuales inferiores a 25.000 DOP.
Intensidad del consumo
La tabla 1 indica una asociación significativa entre el consumo intensivo de cigarrillos electrónicos y antecedentes de enfermedad mental. Se encontró que el consumo mensual y la frecuencia de relleno del dispositivo son mayores en personas con historial de enfermedad mental (p = 0,014 y p = 0,023, respectivamente).
Tabla 1.
Asociación de las características del consumo de cigarrillo electrónico y la historia de enfermedad mental de los participantes.
Características del consumo |
Historia de enfermedad mental |
||||
Con historia, n=156 |
Sin historia, n=345 |
Valor de p |
Delta de Cliff (IC 95%) |
OR (1) |
|
Factores vinculados a la intensidad del consumo |
|||||
Días de consumo de cigarrillo electrónico al mes |
30,0 [20,0;30,0] |
30,0 [15,0;30,0] |
0,014 |
0,126 [0,028; 0,222] * |
1,03 [1,01; 1,06] |
Concentración de nicotina al consumir |
0,50 [0,05;0,55] |
0,50 [0,05;0,50] |
0,297 |
0,055 [-0,049; 0,159] * |
1,61 [0,73; 3,61] |
Frecuencia de relleno del dispositivo |
|||||
Menos de 7 días |
74 (47,4%) |
125 (36,2%) |
0,023 |
0,112 [0,018; 0,204] * |
1,66 [1,12; 2,47] |
Entre 7 - 14 días |
35 (22,4%) |
117 (33,9%) |
0,013 |
-0,115 [-0,196; -0,032] * |
0,59 [0,37; 0,91] |
Entre 14 - 30 días |
28 (17,9%) |
63 (18,3%) |
1,000 |
-0,003 [-0,076; 0,070] * |
0,93 [0,55; 1,54] |
Más de 30 días |
19 (12,2%) |
40 (11,6%) |
0,969 |
-0,006 [-0,067; 0,056] * |
0,96 [0,52; 1,72] |
Cantidad de líquido al consumo |
10,0 [2,00;15,0] |
10,0 [2,00;15,0] |
0,941 |
0,004 [-0,103; 0,111] * |
1,00 [0,99; 1,01] |
Intensidad del consumo de cigarrillo electrónico |
66,7 [51,4;79,3] |
62,0 [41,2;75,1] |
0,019 |
0,131 [0,022; 0,237] * |
1,01 [1,00; 1,02] |
Factores vinculados a la calidad del consumo |
|||||
Productos con nicotina |
152 (97,4%) |
331 (95,9%) |
0,567 |
0,015 [-0,017; 0,047] * |
1,76 [0,60; 6,47] |
Productos con marihuana |
17 (10,9%) |
31 (8,99%) |
0,610 |
0,019 [-0,039; 0,077] * |
1,36 [0,70; 2,57] |
Tipo de cigarrillo electrónico |
|||||
Cigarrillos electrónicos desechables |
99 (63,5%) |
217 (62,9%) |
0,983 |
-0,006 [-0,097; 0,086] * |
0,95 [0,63; 1,42] |
Tanques y Mods |
18 (11,5%) |
46 (13,3%) |
0,680 |
0,018 [-0,044; 0,080] * |
1,04 [0,56; 1,88] |
Pods |
77 (49,4%) |
177 (51,3%) |
0,759 |
-0,019 [-0,114; 0,075] * |
0,96 [0,65; 1,42] |
Iqos |
7 (4,49%) |
12 (3,48%) |
0,768 |
0,010 [-0,028; 0,048] * |
1,28 [0,45; 3,33] |
Calidad del consumo de cigarrillo electrónico |
57,1 [28,6;71,4] |
57,1 [28,6;71,4] |
0,684 |
-0,022 [-0,126; 0,083] * |
1,00 [0,99; 1,01] |
Índice de Impacto de Consumo |
1,14 [0,91;1,34] |
1,05 [0,82;1,31] |
0,052 |
0,108 [0,001; 0,213] * |
2,10 [1,13; 3,93] |
Para evaluar la magnitud del efecto, se utilizó el delta de Cliff, que reveló tamaños de efecto bajos en varios casos. Esto sugiere que, aunque algunas diferencias sean estadísticamente significativas, su relevancia clínica puede ser limitada, aspecto clave para la interpretación de los resultados.
La tabla 2 muestra una asociación significativa entre el consumo intensivo de cigarrillos electrónicos y las ideas suicidas (OR = 2,22; IC 95% (1,39;3,60), p = 0,011). Aunque se observaron mayores prevalencias de planes de suicidio y tratamientos por intentos en este grupo, estas diferencias no fueron estadísticamente significativas.
Tabla 2.
Relación de intensidad de consumo de cigarrillos electrónicos y características suicidas.
Características del suicidio |
Nivel de intensidad de consumo |
||||
Consumo de alta intensidad, n=251 |
Consumo de baja intensidad, n=250 |
Valor de p |
Delta de Cliff (IC 95%) |
QR (1) (IC 95%) |
|
Idea de suicidio |
62 (24,7%) |
38 (15,2%) |
0,011 |
0,095 [0,025; 0,164] * |
2,22 [1,39; 3,60] |
Plan de suicidio |
34 (13,5%) |
23 (9,20%) |
0,164 |
0,043 [-0,012; 0,099] * |
1,88 [1,05; 3,44] |
Intento de suicidio |
21 (8,37%) |
19 (7,60%) |
0,879 |
0,008 [-0,040; 0,055] * |
1,50 [0,76; 2,99] |
Tratamiento médico por intento de suicidio |
12 (4,78%) |
14 (5,60%) |
0,832 |
0,008 [-0,031; 0,047] * |
1,02 [0,44; 2,30] |
Nivel de calidad de consumo |
|||||
Consumo de calidad inferior, N=195 |
Consumo de calidad superior, N=306 |
Valor de p |
Delta de Cliff (IC 95%) |
OR (1) (IC 95%) |
|
Idea de suicidio |
34 (17,4%) |
66 (21,6%) |
0,311 |
-0,041 [-0,112; 0,029] * |
0,76 [0,47; 1,22] |
Plan de suicidio |
19 (9,74%) |
38 (12,4%) |
0,438 |
-0,027 [-0,082; 0,029] * |
0,76 [0,41; 1,36] |
Intento de suicidio |
19 (9,74%) |
21 (6,86%) |
0,322 |
0,029 [-0,022; 0,079] * |
1,53 [0,77; 3,00] |
Tratamiento médico por intento de suicidio |
9 (4,62%) |
17 (5,56%) |
0,798 |
-0,009 [-0,049; 0,030] * |
0,82 [0,34; 1,86] |
(1) Ajustado al sexo, edad actual y edad de inicio del consumo de cigarrillo electrónico
Además, se observó una correlación significativa entre el consumo de alta intensidad y los patrones de sueño, presentado en la tabla 3. Un 35,9% de los consumidores intensivos duermen menos de 6 horas por noche, en comparación con un 20,8% de los consumidores de baja intensidad (OR = 2,02; IC 95% (1,34; 3,07), p < 0,001). Los consumidores intensivos también tienen menos probabilidades de dormir entre 6 y 9 horas (OR = 0,55; IC 95% (0,37; 0,82), p = 0,001).
Tabla 3.
Tiempo de sueño y calidad e intensidad de consumo de cigarrillo electrónico
Tiempos de sueño |
Nivel de intensidad de consumo |
||||
Consumo de alta intensidad, n=251 |
Consumo de baja intensidad, n=250 |
Valor de p |
Delta de Cliff (IC 95%) |
OR (1) (IC 95%) |
|
Menos de 6 horas |
90 (35,9%) |
52 (20,8%) |
<0,001 |
0,151 [0,072; 0,228] ** |
2,02 [1,34; 3,07] |
Entre 6 - 9 horas |
154 (61,4%) |
189 (75,6%) |
0,001 |
-0,142 [-0,222; -0,061] * |
0,55 [0,37; 0,82] |
Más de 9 horas |
7 (2,79%) |
9 (3,60%) |
0,793 |
-0,008 [-0,039; 0,023] * |
0,68 [0,23; 1,90] |
Nivel de calidad de consumo |
|||||
Consumo de calidad inferior, N=195 |
Consumo de calidad superior, N=306 |
Valor de p |
Delta de Cliff (IC 95%) |
OR (1) (IC 95%) |
|
Menos de 6 horas |
45 (23,1%) |
97 (31,7%) |
0,047 |
0,086 [0,007; 0,165] * |
1,57 [1,04; 2,40] |
Entre 6 - 9 horas |
143 (73,3%) |
200 (65,4%) |
0,076 |
-0,080 [-0,161; 0,003] * |
0,68 [0,45; 1,01] |
Más de 9 horas |
7 (3,59%) |
9 (2,94%) |
0,887 |
-0,006 [-0,037; 0,024] * |
0,81 [0,30; 2,31] |
En la figura 1, se muestra la relación entre el nivel de intensidad y calidad del consumo de cigarrillos electrónicos y la presencia de depresión y ansiedad. En términos de intensidad de consumo, no se observan diferencias significativas entre los individuos con y sin historia de depresión (p = 0,51) o ansiedad (p = 0,02), aunque en aquellos con ansiedad se nota una ligera tendencia hacia un mayor consumo (rango biserial = 0,14).
Figura 1.
Relación de la intensidad y calidad del consumo de cigarrillo electrónico con los antecedentes de depresión y ansiedad de los participantes
La figura 2 presenta la relación entre el nivel de intensidad y calidad del consumo de cigarrillos electrónicos y las puntuaciones en la escala GAD-7 (Escala del Trastorno de Ansiedad Generalizada) que mide la ansiedad. Se observa una correlación positiva significativa entre el nivel de intensidad del consumo y las puntuaciones en la escala GAD-7, lo que indica que un mayor nivel de intensidad en el uso de cigarrillos electrónicos se asocia con mayores niveles de ansiedad.
Figura 2.
Relación de la intensidad y calidad del consumo de cigarrillo electrónico con los resultados del GAD-7 (Escala del Trastorno de Ansiedad Generalizada).
La figura 3 muestra la relación entre el Penn State Index (PSI), una medida de dependencia al cigarrillo electrónico, y el nivel de intensidad y calidad del consumo de cigarrillos electrónicos. Se observa una fuerte correlación positiva entre el PSI y el nivel de intensidad del consumo (p< 0,001, ρ = 0,64), lo que indica que a mayor dependencia al cigarrillo electrónico, mayor es la intensidad del consumo.
Figura 3.
Relación de la intensidad y calidad del consumo de cigarrillo electrónico con el nivel de dependencia al cigarrillo electrónico según el Penn State Index.
La figura 4 muestra la relación entre el nivel de intensidad y calidad del consumo de cigarrillos electrónicos y las puntuaciones de calidad de vida, medidas a través de las dimensiones de salud mental y física del SF-12. Se observa una correlación negativa débil entre el nivel de intensidad del consumo y la calidad de vida, tanto en la salud mental (p = 0,09, ρ = -0,08) como en la salud física (p = 0,05, ρ = -0,09).
Figura 4.
Relación de la intensidad y calidad del consumo de cigarrillo electrónico con los dominios físicos y de salud mental de la calidad de vida
Calidad del consumo
No se encontraron asociaciones significativas entre la calidad del consumo y variables relacionadas con el suicidio.
Los consumidores con calidad inferior del consumo tienen mayor probabilidad de dormir menos de 6 horas por noche (OR = 1,57; IC 95% (1,04; 2,40), p = 0,047), pero no hubo diferencias en otros patrones de sueño.
No se identificaron correlaciones significativas con antecedentes de ansiedad o depresión, ni con los niveles de dependencia según el Penn State Index (p = 0,16). La calidad del consumo tampoco afectó significativamente la calidad de vida, aunque mostró una correlación negativa débil con la salud mental (p = 0,03, ρ = -0,10).
Análisis adicional
El consumo de alcohol actúa como una variable intermediaria significativa en la relación entre el uso de cigarrillos electrónicos y los antecedentes de enfermedad mental, aumentando el pseudo R² de 0,030 a 0,035.
Otras variables evaluadas, como consumo de drogas ilícitas, nivel educativo, edad, ingresos y sexo, no modificaron sustancialmente la varianza explicada ni actuaron como mediadores relevantes, por lo que fueron descartadas como factores influyentes en esta relación.
Discusión
Nuestro estudio se enfocó en evaluar el consumo de cigarrillos electrónicos (CE) en la República Dominicana (RD) y en analizar los factores asociados a un uso intensivo, así como su relación con diversas patologías de salud mental.
Consumo de CE y patologías de salud mental
Observamos que un mayor consumo de CE se asocia con una mayor proporción de antecedentes de enfermedad mental y tendencias suicidas, alineándose con la literatura previa, en que se halló un 30% de aumento en el riesgo de ideación suicida en consumidores de CE.22-27 Inferimos que esta relación puede explicarse por el impacto de la nicotina en regiones cerebrales clave en la regulación emocional y la toma de decisiones, lo que refuerza la dependencia y perpetúa el deterioro emocional. Esto altera el autocontrol y la capacidad para manejar el estrés, lo que puede agravar trastornos psiquiátricos preexistentes o aumentar el riesgo de desarrollarlos.26,28
Además, encontramos que el consumo intensivo de CE se asocia con niveles elevados de ansiedad, con un riesgo 70% mayor en comparación con los no fumadores.29 Esto se debe a la creencia de que la nicotina alivia el estrés, cuando en realidad solo reduce temporalmente los síntomas de abstinencia y perpetúa un ciclo de consumo ineficaz a largo plazo.24
Además, la alta exposición a la nicotina aumenta la dependencia, especialmente en jóvenes, cuyo cerebro es más vulnerable a sus efectos neuroinflamatorios y en el sistema de recompensa.33 Su mayor tolerancia y síntomas de abstinencia atenuados favorecen el uso repetido y el desarrollo de adicción.34 Se infiere que el consumo frecuente desde una edad temprana altera los circuitos cerebrales, lo que hace que la nicotina se perciba como más gratificante y se minimicen sus riesgos, lo que facilita la dependencia.35
Algunos autores reportan potenciales beneficios del CE como una herramienta de reemplazo del cigarrillo combustible (CC), al conducir a mejoras en la autopercepción de salud, reducción del riesgo de muertes prematuras e intervención para el abandono tabáquico.30,31 De esta manera, se reflejan las únicas instancias en las que el consumo de CE podría tener beneficios y estos solo se ven en la población de fumadores ya que estos continúan siendo desaconsejados para no fumadores.
Cigarrillos electrónicos y calidad de vida
Una mayor intensidad en el consumo de cigarrillos electrónicos (CE) se asocia con una menor calidad de vida, en concordancia con estudios previos.36 Este impacto negativo podría explicarse por varios mecanismos.
En el plano neuroquímico, la nicotina estimula receptores de acetilcolina, liberando dopamina y reforzando el consumo. Con el tiempo, esto reduce la sensibilidad de los receptores y afecta neurotransmisores como la serotonina y el GABA, lo que puede contribuir a problemas de salud mental, especialmente durante la abstinencia.37,38
A nivel físico, el vapeo se ha vinculado con inflamación pulmonar, daño a las células epiteliales respiratorias, disfunción inmune y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, puede inducir estrés oxidativo y daño al ADN, lo que favorece la inflamación crónica y el desarrollo de enfermedades sistémicas, y afecta indirectamente la calidad de vida.39
Patrón del sueño y consumo de cigarrillos electrónicos
Un mayor consumo de cigarrillos electrónicos (CE) se asocia con una menor calidad del sueño, especialmente en consumidores intensivos, quienes tienden a dormir menos de seis horas, en línea con estudios previos.40 La nicotina estimula el estado de alerta y altera fases clave del sueño, como el REM y las ondas lentas, lo que deteriora el descanso.41 Este efecto es más pronunciado en usuarios con alta dependencia, donde el consumo excesivo no solo contribuye al insomnio, sino que también puede provocar síntomas de abstinencia nocturnos y afectar aún más el sueño.42,43
Fortalezas y limitaciones
Este estudio ofrece datos novedosos sobre el consumo de cigarrillos electrónicos en la República Dominicana. Se aplicó una medición redundante del consumo mediante puffs diarios, concentración y volumen adquiridos, frecuencia de recambio y consumo, lo que mejoró la precisión en la estimación del consumo mensual de nicotina y líquido, pese a la diversidad de dispositivos.
Las principales limitaciones incluyen el autorreporte, la imposibilidad de medir la topografía de los puffs y la dificultad para identificar trastornos de salud mental, ya que pocos participantes habían recibido atención profesional. Para mitigar esto, se incluyeron variables como patrones de sueño, calidad de vida, tendencias suicidas y ansiedad, aunque la evaluación de otras patologías, como la depresión, no fue posible.
El muestreo por bola de nieve en locales de ocio nocturno introduce sesgos, sobrerrepresentando conductas de riesgo en adultos jóvenes (18-25 años), lo que limita la generalización de los resultados.
Conclusión
Se resaltan asociaciones congruentes entre la intensidad del consumo de cigarrillos electrónicos, la historia de patologías de salud mental, la autopercepción de calidad de vida y los patrones del sueño. Todas estas indican que el consumo de cigarrillos electrónicos y su intensidad están estrechamente asociados con la salud mental de los adultos jóvenes de RD que consumen CE. Se propone realizar estudios longitudinales para poder evaluar estas relaciones en mayor profundidad; así como otros factores no incluidos en el análisis como el estrés crónico asociado a la pobreza. Con el objetivo de desarrollar políticas que contribuyan a reducir el consumo de cigarrillos electrónicos, y considerando el limitado acceso a apoyo psicológico en el país (0,04 psicólogos por cada mil habitantes en RD frente a 2,3 por cada mil habitantes en México), se propone evaluar intervenciones basadas en mensajes SMS dirigidas a poblaciones rurales.
Financiamiento: los autores declaran que el trabajo no tuvo financiamiento.
Conflictos de interés: NG ha sido speaker para AstraZeneca, Novartis y GSK, ha realizado estudios de investigación para AtraZeneca. Los otros autores declaran que no tienen conflictos de intereses relacionados con esta publicación.
Contribuciones de los autores: Administración del proyecto: ARR, AGM. Análisis formal: LLZ. Conceptualización: ARR, LD, AL, MT, AGM, NGB. Curaduría de datos: ARR, LD , AL, MT, LLZ. Escritura, revisión y edición: ARR, AGM, NGB. Investigación: LD, AL, MT. Metodología: AGM, LLZ, NGB. Recursos: NGB. Redacción, borrador original: ARR, LD, AL, MT. Software: LLZ. Supervisión: AGM. Validación: LLZ. Visualización: LLZ.
El Editor en Jefe, Dr. Carlos Luna, realizó el seguimiento del proceso de revisión y aprobó este artículo.
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